La diputada Mary Carmen Bernal Martínez denunció que mediante procedimientos oscuros y maquiavélicos el Gobierno federal aprobó una de las reformas más oprobiosas en contra de los maestros mexicanos, “como fue la mal llamada reforma educativa, que a todas luces se trató de un mecanismo lleno de irregularidades y malas intenciones”.
En el marco de la comparecencia con Otto Granados Roldán, secretario de Educación Pública, como parte del análisis del VI Informe de Gobierno, la legisladora por Michoacán criticó el trabajo realizado por el funcionario. “Sin duda, el gobierno de Peña Nieto reprobó en esta materia, como en casi todas las áreas de la Administración Pública”.
Refirió que jamás se realizó un verdadero estudio sobre los métodos, técnicas, estilos y procedimientos de aprendizaje de los menores, así como los correspondientes contenidos educativos, únicamente se limitaron a modificar las condiciones laborales en detrimento de los docentes.
“Con esa reforma se culpó de manera exclusiva al Magisterio del problema educativo del país, cuando en realidad fueron los gobiernos del PRI y del PAN quienes lo generaron. Se violaron garantías como la del debido proceso, pues se permitió el cese de los maestros sin que existiera pronunciamiento de la autoridad jurisdiccional competente”, destacó.
La petista alertó que lo más agravante fue el condicionar la permanencia en el servicio educativo a una evaluación, volviéndose desde ese momento una reforma punitiva. “Este gobierno federal olvidó su responsabilidad, pues jamás se hizo un diagnóstico objetivo y veraz para erradicar los problemas educativos del país”.
Le pregunto, ¿cómo se puede mejorar la calidad educativa cuando existen escuelas que no tienen luz, que no tienen agua potable y drenaje? Se habla de una reforma educativa, pero se dejó de lado la infraestructura necesaria y óptima para que nuestros hijos puedan recibir una buena educación.