• Sin un proyecto estratégico claro, el gobierno federal, solicitó “permiso” a la madre tierra para echar a andar el proyecto del Tren Maya.
• Exigimos morenista informe sobre el impacto ambiental de su construcción, así como el proyecto ejecutivo del tren y su impacto económico en la zona.
• El nombre del Tren es un fetiche que pretende despojar a los pueblos de la península de su propio nombre.
Una ceremonia de las etnias mayas para solicitar a la madre tierra su aprobación para la construcción, es una burla del gobierno federal hacia los mexicanos, hasta ahorita desconocemos el proyecto ejecutivo del Tren Maya, así como el impacto ambiental que tendrá su edificación en una de las reservas naturales más importantes del país y que durante años ha sido golpeada por intereses empresariales, consideró el diputado federal del PAN, Adolfo Torres Ramírez.
“Lamentamos lo que vimos hoy, utilizar la cultura maya y sus tradiciones para un proyecto del cual, lo único que conocemos son detalles generales. No estamos en contra de que el sureste del país tenga desarrollo, que no sean solamente los empresarios los que se beneficien de las riquezas naturales, por el contrario, se requieren proyectos, pero proyectos bien elaborados, los cuales no tengan impactos ambientales irreversibles para el país”. Expresó.
El integrante de la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, lamentó que el gobierno morenista haga uso de las tradiciones de la cultura maya para justificar un proyecto, por el cual se pretende retirar los recursos del Consejo de Promoción Turística en México, que representa una de las alternativas principales para dar a conocer el país en el mundo.
Lamentó que en el país aún no existe un Plan Nacional de Infraestructura definido y ni siquiera se conoce el proyecto ejecutivo del Tren Maya que representa una inversión cercana a 150 mil millones de pesos.
“Lo primero que deberá tenerse para comenzar a hablar del nuevo tren es un plan de infraestructura completo, que incluya el proyecto ejecutivo del tren en que se expliqué por qué razones construirlo y el impacto económico que generará en la zona y al país”, indicó.
El diputado panista, indicó que hasta el momento no existe ningún estudio que evalúe los impactos de la interconexión de las regiones turísticas con el tren; la construcción de hoteles e infraestructura turística requerirían de un consumo incrementado de recursos y servicios (agua, recolección de residuos, servicios de salud, alimentos) propiciando una mayor deforestación.
“Las consecuencias de cuarenta años de depredación de Cancún y la llamada Riviera Maya deben servir de advertencia para las regiones que abarca el proyecto, que ha sufrido, durante años, daños incuantificables, por la industria hotelera, la que ha cerrado los accesos a la playa y ha destruido los manglares que por siglos mantuvieron los pueblos originarios”, señaló.
Finalmente, Adolfo Torres consideró que el simple hecho de que al proyecto se le haya llamado Maya es un fetiche que pretende despojar a los pueblos de la península de su propio nombre, “¿desde cuándo la mal llamada Riviera Maya, tomada por los hoteleros extranjeros, ha sido un bastión de la cultura maya o representativa de ella?, finalizó.