Lourdes Jiménez Coronel lo recordó como un ser humano excelente con la cualidad de ser orgulloso de sus raíces de la Heroica Zitácuaro, Ciudad de la Independencia, tierra de pensadores liberales, donde nace el primer gobierno liberal.
Zitácuaro, Michoacán.- Tras su fallecimiento, el maestro y ex presidente municipal de Zitácuaro Pedro Martínez Cerecero, recibió un homenaje póstumo por parte del gobierno de la Heroica encabezado por el alcalde Juan Antonio Ixtlahuac al interior de palacio municipal, donde familiares, amigos, ex presidentes, funcionarios y publico en general recordaron la historia del maestro, químico, quien diera lo mejor en las aulas educativas al grado de nunca llevar libro, anotaciones, sino todo lo traía en su mente y así enseñaba a su alumnado al interior de las instituciones educativas, además de ser alcalde de esta ciudad.
En su intervención el edil destaco que la casa municipal es la casa del maestro Pedro Martínez Cerecero y que hoy lo recibe con afecto y cariño, que lo recuerda como ese hombre íntegro, ideólogo, químico, pensando político, como ese hombre generador de ideas, adelantado a su época, buen amigo y compañero, sobre todo buen hijo de esta tierra la Heroica Zitácuaro.
“No se le debe de recordar por sus hazañas o por su momentos en el pasado, si no un hombre de la pieza de Pedro Martínez Cerecero, debemos de generar lo que nos deja, su legado, su invitaciones, mensajes, enseñanzas, Don Pedro no es Pasado, Don Pedro es presente y que sirva toda esa enorme capacidad y formación política, académica para ponerla en practica y para que esos valores de un hombre de grandeza como Don Pedro hoy se compartan entre la sociedad y por supuesto en este gobierno municipal y en lo futuro”.
Externo que ante un hijo tan querido y tan adelantado que tuvo visión y videncia, ya que vivirá en el corazón y será parte entrañable de la casa de Zitácuaro, su tierra, ya que aquí se le quiere, se le respeta y donde se guardara sus pensamientos, poesías y su mejor esfuerzo cuando fue presidente municipal de esta su quería amada tierra.
“La muerte enamorada se lleva a los amigos entrañables y queridos como es el caso de Don Pedro, que nos deja un vacío en la tierra, pero nos llena de júbilo en el corazón, en la memoria y el pensamiento, por todas esas grandes lecciones y ese gran cumulo de sabiduría de educación y de formación que hoy estará disponible para todo su pueblo, no solo para su familia, si no para toda una sociedad”.